Con su pintoresca estación de trenes, su original puente colgante y su camping frente al arroyo se ubica 21 km. al oeste de la ciudad de Tacuarembó. La propuesta consiste en realizar una caminata por este lugar único y dejarse cautivar por su magia. Saliendo de Tacuarembó, por la Avenida Manuel Oribe, hacia el sudoeste, se ingresa al bulevar República Argentina. Un kilómetro más adelante se atraviesa el barrio Rinaldi, que se encuentra rodeado de eucaliptos. Se ingresa a la ruta 26, mediante un leve giro a la derecha. Esta ruta nace en la ciudad de Río Branco - atraviesa las ciudades de Melo Y Tacuarembó - y culmina en el empalme con la ruta 3, 36 kilómetros al noreste de la capital de Paysandú. Una vez en la ruta, se puede ver una sucesión de cuchillas hacia el frente y varios ranchos con techos de quincho a los costados. Se cruza el arroyo Tranqueras, mediante un puente de 110 mts. de longitud. A los 500 mts. se ubica un puesto policial a mano derecha. El estado de la ruta es regular, presentando banquinas profundas a ambos lados. Afloramientos rocosos se observan al borde del camino y pocos metros más adelante, surge un monte de eucaliptos hacia la izquierda.

Allí comienzan las primeras elevaciones de la sierra de Tambores. Alrededor de 7 kms. después aparece el primer cartel indicando la ubicación del Valle Edén sobre la ruta. El tramo siguiente deleitará al viajero con el paisaje que entremezcla las cuchillas, las grandes rocas que afloran de la tierra rojiza y una infinita gama de verdes. Desde la ruta se divisan en dirección sur los cerros del Bombero y Agudo que se ubican junto al arroyo Tambores. La cartelería vial indica en línea recta hacia las ciudades de Paysandú, Salto y Fray Bentos. Un Km. más adelante se puede ver, hacia la derecha de la ruta el cerro Cementerio, una colina donde se encontró un cementerio indígena. Al avanzar, se cruzan la canada del Sauce y el arroyo Tambores, en el Km. 208. Cien metros después, un cartel senala a la izquierda la entrada a Valle Edén. Allí se encuentra una parada de ómnibus de ladrillo que sirve de referencia. El camino de balastro que lleva a Valle Edén es angosto y con vegetación a los lados. Al continuar 600 mts. se ve a mano izquierda, el área de camping El mago Carlos Gardel. Allí se plantea comenzar una corta caminata a través del colorido entorno. Continuando por el camino de entrada, se ven varias casas blancas alrededor. A mano derecha se ubica un modesto almacén. Pocos metros adelante corre el arroyo Jabonería, el cual se puede cruzar mediante un atractivo puente colgante de una extensión aproximada de 100 mts. Una vez del otro lado del arroyo, se cruza la vía férrea. Pocos metros después, a mano izquierda, surge un camino que se dirige al pueblo Los Rosanos.

En Valle Edén viven permanentemente apenas unas 50 personas. Luego de cruzar la vía, se ubica un ejemplar puesto policial. Este probablemente el más lindo del país. Sus paredes son color rosa viejo, tiene arcos en la entrada y un prolijo jardín. Cien metros más adelante se debe doblar a la derecha para dirigirse al Museo de Gardel. Luego de girar se sitúa hacia la izquierda la capilla del lugar. Se cruza una calzada y comienza una leve subida. A mano izquierda se ubica la escuela y alguna casa aneja de piedra. Hacia la derecha del camino se ve el futuro Museo de Gardel. A su lado se encuentra la casa de Gardel. Si se camina hacia la parte de atrás de la casa, se encuentra un lugar mágico. Se trata de la abandonada estación de trenes hoy restaurada. Las casillas de la pequeña estación están pintadas de vivos colores y sobre la vía de tren se encuentran dos pintorescos vagones que aguardan su restauración. Es posible que funcione algún tipo de comercio o restaurante en ellos. A pesar de ser todavía una estación abandonada, el colorido de sus paredes y la espesa vegetación del entorno le dan un encanto inigualable. Desde allí se puede caminar por la vía hasta llegar al puente colgante. Este paseo por los anchos tablones de la vía de trén da la sensación al caminante de encontrarse en otro tiempo y en otra dimensión de la realidad.